sábado, 30 de enero de 2010

La Cruz Roja - Solferino






Invito a todos a la lectura del libro “Recuerdo de Solferino”, el cual tuve la oportunidad de leer (en una edición electrónica en pdf) no hace mucho, como parte de una asignatura academica.

El libro en si relata las experiencias vividas por Henry Dunant, un comerciante suizo quien en un viaje en búsqueda del favor de Napoleon III, entra a Solferino, Italia, donde presencia los horrores de una batalla entre las fuerzas austriacas y los aliados Franco-sardos. Dicha experiencia y sus consecuencias son descritas en el libro en mención.

Pero este no es el primer ni el único libro escrito por Dunant, de hecho, su visita a Solferino obedeció a su decisión de dedicar un libro a Napoleon III, y eso fue lo que conllevó a Recuerdos de Solferino. La consecuencia final de los relatos de esta magistral obra: la creación de la Cruz Roja en todas sus formas.

ESCUELA:
En cuanto al liderazgo se refiere, debemos concentrarnos en Henry Dunant, nacido en una familia devota al calvinismo y de gran influencia en Ginebra. Su niñez y juventud estuvo caracterizada por actividades altruistas, tanto de su parte como de sus padres. Su madre se dedicaba al cuidado de enfermos y pobres, mientras su padre a ayudar huérfanos y presos liberados; mientras el mismo Dunant fue miembro y organizador de diferentes asociaciones y capítulos religiosos juveniles. De gran influencia en su vida fue su visita a Toulon, Francia, donde fue testigo del sufrimiento de los privados de su libertad.

En el caso especifico de Solferino, puede observarse la dedicación desinteresada de Dunant para ayudar a los heridos y victimas de los combates.

Se dedicó a organizar a la población civil (especialmente mujeres jóvenes) para atender a los heridos sin importar su bando, bajo el lema “tutti fratelli” (todos son hermanos), que era usado por las mujeres en la provincia de Mantua.

Ante la falta de instalaciones y materiales, él mismo costeó la compra de los materiales y se reunió con los lideres militares de las unidades desplegadas a razón de la batalla y los regentes de los diferentes pueblos cercanos (Castiglione, Brescia, Cremona), para conseguir la adecuación de los edificios apropiados (iglesias, conventos, hospitales, escuelas) para la atención de los heridos y enfermos.

Su intención también tuvo éxito para la liberación de oficiales médicos y enfermeros austriacos tomados como prisioneros de guerra, quienes fueron utilizados para atender a los heridos.

Pero su actuar no llegó hasta allí, al finalizar su intervención en esta batalla, regresa a Ginebra y escribe “Recuerdo de Solferino”, cuya impresión vuelve a costear el mismo, y se dedica a presentarlo ante varios lideres políticos y militares europeos de la época.

Su empresa tiene éxito, pues el presidente de la Sociedad Ginebrina para el Bienestar Publico (Gustave Moynier) aceptó el libro e hizo de las sugerencias en él presentadas el tema de discusión para la próxima reunión de dicha sociedad. Para el 17 de febrero de 1863 (considerada la fecha de fundación de la Cruz Roja), se reunió el comité de cinco miembros (Dunant, Moynier, Gral. Henri Dufour, y los médicos Louis Appia y Théodore Maunoir), quienes se dieron a la tarea de discutir la creación del cuerpo neutral propuesto por Dunant.

No todo fue fácil para Dunant, pues Moynier tuvo sus altercados con él y le dificultó la existencia y su actuar al frente de dicha comisión, y en otras actuaciones posteriores, hasta llevarlo a renunciar del comité, y a huir de su ciudad natal.

Desafortunadamente, Dunant fue utilizado por los miembros de la comisión y de la sociedad, quienes solamente le delegaron responsabilidades protocolarias y logísticas para las funciones de dicho comité, incluyendo el dedicarse al alojamiento de los asistentes de los 12 estados que participaron en la reunión para la firma del I Convenio de Ginebra en el parlamento Suizo en 1864.

Todos estos problemas, y otros de índole económica en los que tuvo ingerencia Moynier, no lo detuvieron en su afán humanístico. Durante la guerra franco-prusiana (1870-1871) fundó la Sociedad del Socorro Mutuo y la Alianza Comun para el Orden y la Civilizacion, y mas tarde propuso la creación de un tribunal internacional para mediar conflictos armados, propuso negociaciones para desarme, y la creación de un estado judío en el área Palestina/Israel.

Su actuar fue olvidado durante el periodo de auge y expansión del Comité Internacional de la Cruz Roja, tanto así que no se le invitó a ninguna de las conferencias ni actos protocolarios relacionados con el Comité. Pasó mucho tiempo viviendo en la pobreza en diferentes lugares, hasta llegar a Inglaterra, donde gracias a unos parientes lejanos pudo asegurar algunos ingresos. Sin embargo, su interés por sus actividades humanitarias y el descuido de sus negocios le ganó una gran cantidad de deudas, que le siguieron hasta su muerte.

Con una mejora en su situación financiera, gracias a la publicación en el periódico Die Ostschweiz de un articulo titulado "Henry Dunant, fundador de la Cruz Roja", y varios reconocimientos recibidos a raíz de su reaparición en la vida publica, Dunant tuvo gran ingerencia en la creación del movimiento femenino de la Cruz Verde, así como en el reconocimiento de los derechos de la mujer.

En 1901 recibió el premio Nobel de la Paz, junto al pacifista francés Frédéric Passy, cuyo dinero nunca gastó, pero si fue depositado en un banco. Murió a los 82 años, aun peleando con Moynier y sufriendo episodios de depresión y delirio de persecusion. Al fallecer, donó parte de su dinero para que en la casa de cuidados de personas de la tercera edad de Heiden siempre hubiera una cama libre para un anciano pobre, así como dejó parte de su dinero para algunos amigos y parientes y el resto fue para sus acreedores. Fue enterrado sin ceremonia en el cementerio de Sighfeld, Zurich.

En su honor, la casa de residencia de Heiden alberga el Museo Henry Dunant; varias calles, plazas y escuelas de Suiza llevan su nombre; cada dos años el Comité Internacional de la Cruz Roja entrega su máximo galardón, la “Medalla Henry Dunant”, y el día de su cumpleaños (8 de mayo) se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Sus cualidades humanas y de liderazgo le distinguen de entre todos los hombres, obviamente fue un anciano (hacia sus últimos días) con muchos sufrimientos y padecimientos, pero el legado que arrastró le servirá de alfombra para entrar a la sala de los seres humanos distinguidos.

Particularmente notables son en él: su sentido de humanidad, su estoicismo, su entrega, su abnegación por su causa, y la firmeza de creer en sus sueños y principios. GRAN MILITAR HUBIERA HECHO.

ASPECTOS IMPORTANTES QUE DEJA LA LECTURA DEL LIBRO:

La lectura del libro implica, de por si, una total escuela, pero para los propósitos que atiende el presente articulo, destacan, desde mi punto de vista:

1. La descripción detallada de los sufrimientos, violaciones, barbaridades, a que se veían expuestos los implicados en los combates (armados o desarmados), como si fuese sido a propósito para la futura creación de la Cruz Roja y de los Convenios de Ginebra (abandono de muertos y heridos en el campo de batalla; no identificación de cuerpos; violaciones a la integridad de personal e instalaciones sanitarias; no existencia de un cuerpo neutral que se dedicara al rescate y cuidado de heridos, enfermos y victimas de los combates; correspondencia; recuperación; liberación de personal sanitario, entre otras).

2. Aspectos históricos de aquellos tiempos, como:

a. El código de colores para identificar puestos de heridos y enfermos:
i. Negro para hospitales
ii. Rojo para ambulancias (nidos de enfermos y heridos)

b. La normativa para evitar herir oficiales.

c. La razón por la que el símbolo de la Cruz Roja se pinta fondo blanco y cruz roja, y es en honor a la neutralidad de Suiza, por lo que se adoptan los colores invertidos de su bandera.

3. La evolución, tomando en base la batalla descrita, de los métodos de hacer la guerra (en cuanto a cantidades de personal, tácticas, equipo) hasta nuestros días, y la humanización que se ha puesto de manifiesto conforme ha pasado el tiempo.

4. El sentido de humanidad y responsabilidad que todos llevamos dentro, especialmente los militares a quienes a menudo se acusa de inhumanos e insensibles, y que muchas veces no se exterioriza por las exigencias de la situación, pero que tan solo necesita un motivo para accionarse, tal y como se reflejó en la batalla de Solferino tras las solicitudes de Dunant para que liberaran a los médicos prisioneros para atender a los heridos de ambos bandos.

5. La descripción tan precisa (aunque no exacta) que hace Dunant, a pesar de ser civil, de las formaciones y tácticas utilizadas durante aquella batalla, así como de los lugares afectados por la misma.


En conclusión, y como lo dije al principio, este es un libro recomendado y de lectura casi forzada para quienes se interesan en el ramo de los derechos humanos, del derecho internacional humanitario o de los conflictos armados, o en los orígenes y funcionamiento de la Cruz Roja.

2 comentarios:

  1. La verdad nunca me habia puesto a pensar en qué fue lo que impulsó o más bien quién fue el que decidió tomar las manos en el asunto y empezar con esta organización.

    Supongo que mucho tiene que ver también la herencia altruista que recibió de sus padres, pero sobre todo la fuerza de espíritu que hay que tener para llevar a cabo este tipo de empresa y no dejarse vencer por los muchos obstáculos que hay.

    Por otro lado, quisiera felicitarte por este blog tan interesante y ten por seguro que le voy a decir a todos mis amigos y familiares que se den una vueltecita por aqui porque esta bastante interesante.

    Tambien queria preguntarte en donde podré bajar una copia del libro de Dunant porque creo que seria una buen lectura.

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  2. Perdon, hasta hoy (9feb) revisé el blog... solo tienes que buscarlo en internet y aparece la version PDF que es la que yo leí, o bien darme tu correo y te lo envío. Saludos,

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